martes, 28 de octubre de 2008


SABADO 8 A LAS 16HS, LEEMOS CON LOS AMIGOS DANTE SEPULVEDA Y OSVALDO COSTIGLIA. EN LA CASA DE LA CULTURA DE LA UNI.

domingo, 26 de octubre de 2008

80 golpes para principiantes

1-
preparado de levadura:
3 o 4 cucharadas de harina
azucar
1 chorro de agua tibia
y 50gramos de levadura
dejar levar
2- 1/2 kilo de harina 0000
1 o 2 huevos
1/2 taza de azucar
y un chorro de aceite
3- mezclar paso 1 y paso 2
más 1 taza de leche tibia
harinando masa y mesa
4- amasar, darle con toda la bronca
si se quiere 80 golpes (la cantidad es relativa)
5- estirar con palo de amasar
de forma rectangular
6- derretir margarina, 200gr, con azucar
y untarla en la masa
7- arroyar la masa
cortar en trozos de 8 a 9cm (mas o menos)
8- enmantecar el molde
y colocar los trozos verticalmente comenzando por el centro
9- dejar levar la torta
10- ponerla al horno a fuego medio
media hora... que se yo
vayan mirando
11- mmmm que rico!!!!!

advertencias: se recomienda no comer caliente. espere al menos 5min despues de sacarla del horno.



fotos: maría celeste gomez

lunes, 20 de octubre de 2008

Justicia por Lucas y María

A 7 meses del asesinato de la joven pareja bahiense Lucas Ramoscelli y María de los Ángeles Mellado, provocado por un automóvil conducido por Alejandro Fraga, y que hoy se encuentra libre, se realizó una marcha en reclamo de justicia y para que se dispongan medidas desde los poderes para que casos como estos no sucedan nunca más.
Un amigo de la pareja, Álvaro Urrutia, expresó su indignación ante la falta de garantías otorgadas por la Justicia. Asimismo, arremetió contra los organizadores del desfile del pasado 9 de julio, los cuales quitaron la ofrenda floral dejados por familiares y amigos de Lucas y María.
Urrutia dijo que "no puede ser que el gobierno municipal controle el tránsito únicamente en el centro. A cualquier hora puede verse en Alem los autos que pasan a 90 kilómetros por hora".
Instó a luchar para que Fraga sea juzgado por homicidio simple y a no dejarse ganar por la impunidad.


http://fmdelacalle.podomatic.com/

sábado, 11 de octubre de 2008

Hay que tenerle paciencia al mundo. Los libros aparecen solos.

por álvaro l. urrutia
Las tardes de los domingos a pesar de su mascara de pasividad siempre nos exigen más. Un paseo implica algún dinero, que se suele no tener, por eso la idea de invitarla a ir al mercado de Las pulgas fue inevitable. Solo una cosa no tenia que suceder, y sucedió. Entre ropa usada, cds, picaporte, tornillos, maquinas de coser... descansaban, por la indiferencia de los miles que pasaban por ahí, una montaña de libros viejos, que se caracterizaban por estar sucios, manchados, deslomados... Y ahí se me presentaron ellos dos, largamente buscados por mí, abandonados entregando a los que lo vieran la facilidad de desdeñarlos, como su mismo personaje Adrian Zograff. Con 2$ que era el capital que tenia, y 4$ que me presto Celeste, pude hacerme de: “Mi tío Anghel” y “Los Aiducs” (Ediciones modernas Jasa, Buenos Aires,1944) de Panait Istrati. Quede parado en el tumulto de gente, con mis dos tesoros guardados en el morral por miedo a que alguien me robe las novelas deslomadas, color beige con manchas marrón y olor a tierra y a calle; pensando en lo análogo de la suerte que corrieron estos dos libros con su autor rumano, que abandono su humilde hogar a los doce años para viajar vagabundeando por Europa comprometido con la realidad y las luchas sociales. Sus personajes corren su misma suerte y, según parece, también las escasas ediciones de su obra. Vuelvo a casa endeudado pero sabiendo que es el inicio de un dialogo inesperado con Panait.
Deje pasar unos meses para regresar al mercado de Las pulgas, esta vez no fue en el piso sino en una mesa donde se dejo ver el libro amarillento de Ricardo Rojas “OLLANTAY. Tragedia de los andes” (Ed. Losada, Buenos Aires, 1949), que por tan solo 4$ me lo pude llevar. El escritor de “El santo de la espada” recrea, haciendo llegar hacia estas pampas la estirpe de los hijos de la luna, la tragedia Quechua de mediados del siglo XV, de la que se conserva una versión escrita de 1770 de Antonio Valdés, “Ollantay. Drama Quechua-Español.”, que casualmente había comprado el 22 de enero, cuando se cumplían dos años de gobierno del aymará Evo Morales Ayma, en La Paz en el mercado del Pasaje Peatonal Franz Tamayo a 4Bs (a 2 $ argentinos)
No soy bueno para las cuentas, pero creo que voy 12$. Me sobran 8 mangos, con el perdón de DZO, me sentare a leer lo adquirido y me comprare un vino y celebrare el comienzo de un nuevo ciclo, de un nuevo año según nuestras culturas originarias, arrojándole el primer sorbo a la Madre Tierra, y brindare por Panait Istrati, por Ricardo Rojas y por el rebrotar de nuestras raíces.
Tendré un rato de felicidad riendo por haber burlado esta vez, al menos, el puto mercado editorial. Mañana seguiré caminando, esperando un nuevo mimo de las casualidades.

26 de julio, 2008


(Texto publicado en Dazebao. Periodismo, cultura y sociedad. Año 2 - Nro. 5 -Julio de 2008)

viernes, 10 de octubre de 2008

Sarmiento i la barbarie.

por álvaro urrutia

Al comenzar a leer a Sarmiento nos encontramos con un obstáculo: enfrentarse y atravesar esa gran barrera que es su rostro ceñudo y severo que nos acechaba en nuestros días de infancia, en nuestros días de escuela. Pero, para esto alcanza solo con la lectura de los primeros párrafos del Facundo. En sus letras se deja ver en todo su esplendor un Sarmiento, más que ceñudo y severo, extremadamente pasional.
El poeta y maestro de escuela Almafuerte, quien fue visitado por Sarmiento en varias oportunidades, le hace decir a este en los versos finales de su soneto titulado Dijo Sarmiento:

¡Yo soy de los que rajan, por gigantes,
la dura piel de sus estatuas duras!

Almafuerte, autodidacta e indomable educador, acierta de forma magistral en estos versos.
El ceño severo es superado largamente por el gran tamaño del pensamiento y el genio de Sarmiento. Hay que dejar claro que esa imagen severa que nos enfrenta desde los bustos que decoran nuestras escuelas, es heredera del automito que recorre su obra. Almafuerte, seguramente también se refería a este automito.
En su libro fundamental Facundo. O civilización y barbarie nuestro pensador deja mas que claro su elección por la civilización; pero, a pesar de su intencion, según mi mirada, queda abierto entre esta elección y la forma en que se encuentra escrito el libro un abismo insalvable. A lo largo del libro vemos como Sarmiento niega con su intención, pero que en sus descripciones se le escapa cierta admiración por ese universo bárbaro, y con él también por Rosas y Facundo Quiroga. Nos dice Matías Bruera (en su libro Sarmiento y la fermentación argentina) “No debemos dejarnos cautivar por su adjetivación. No desdeña a Quiroga, y a Rosas lo considera un rival nada despreciable. Su prosa esta henchida de tal virtud sugestionadora que (...) lo lleva a establecer un sorprendente paralelo con Rosas y a visitar, de anciano, la tumba de Quiroga”. También las descripciones de los elementos bárbaros están plagadas de cierta admiración. Basta leer el Capitulo II Originalidad y caracteres argentinos donde nos dice:

El hombre que se mueve en esta escena se siente asaltado de temores e incertidumbres fantásticas, de sueños que le preocupan despierto.
De aquí resulta que el pueblo argentino es poeta por carácter, por naturaleza”.

Pero no solo lo admira por sus dotes poéticos, sino también por sus distintas capacidades, que tan útiles le habían sido a la patria en otros tiempos. Léase las descripciones que se hacen en el Facundo del Rastreador, del Baquiano, del Gaucho Malo y del Cantor.
Pero no debemos quedarnos en una comprensión superficial de este libro que determino para siempre el pensar nacional y continental; debemos, también ir mas allá de lo grande, para arribar a eso gigante en él que raja (definitivamente) “la dura piel de sus estatuas duras”.
En Sarmiento por primera vez en el continente Americano la barbarie tiene onticidad. En la literatura que lo antecede, ella era apenas nombrada o absolutamente desdeñada. La barbarie, resultado de un hombre dominado por lo telúrico, es decir por el paisaje, es definido por él, por oposición a la civilización. De este modo, bien o mal, le esta reconociendo una onticidad igual o mayor, a la del ser europeo, civilizado.
En este extremo de mi interpretación, me veo obligado a recurrir, por propia incapacidad y por mérito ajeno, a Rodolfo Kusch quien nos arrojara luz sobre este tema. En La seducción de la barbarie realizando un pequeño juego dialéctico nos dice “en esta oposición entre civilización y barbarie se aísla a esta conceptualmente, se la desentraña de la civilización por resentimiento –pero como en todo resentimiento se participa de lo que es objeto de odio- la civilización (...) brota en cierta manera de la barbarie.” Esta es “una realidad que se da enfrente, que no puede modificarse y que por lo tanto se intenta sustituir violentamente por otra.” Kusch, como es su costumbre, va aun más lejos y sentencia refiriéndose a Sarmiento: “Es un poco antibárbaro por un lado, pero bárbaro por el otro aunque a regañadientes y por seducción. Sarmiento es uno de los pensadores que presiente en la barbarie una fuerza seductora...”
Parece inevitable admitir que con estas palabras Kusch da el golpe certero que raja, definitivamente, “la dura piel de sus estatuas duras”. Pero, también hay que decir que la gran masa capaz de rajar tan duro mármol, el mismo Sarmiento, desde su inconfesada barbarie, la creó, y Almafuerte lo supo.


miércoles, 8 de octubre de 2008

se mascan los gritos
ahí nadie llora

las voces
murmuran pero... silencio

giran
y otra vez más también

murmuran
el sudor les suelta la mascara
silencio apocalíptico
solo pueden sostenerla
con la mano de golpear