Por Álvaro Urrutia
La primera impresión que tenemos al encontrarnos con el libro Arens es una foto satelital de dos pueblos pequeños divididos por un río. Ésta, a pesar de la precisión de la imagen, pudiéndose discernir claramente cuadras, puentes, baldíos y chacras, nada nos dice, o al menos muy poco.
Borges con sabia humarada sentencio que los pueblos de la provincia de Buenos Aires son iguales hasta en eso de creerse distintos. Sin escándalo podemos extender la humorada también a la zona que comprende a esta comarca surera.
Arens desde la estética de su libro nos enfrenta con esta foto, pero lejos esta el poemario de dejarnos en esa superficial imagen de la comarca. Pueblada deshace la superficialidad. Se empecina en luchar con la historia intencionada, falsa y burda con la que siempre se quiere cubrir la mirada que cada pueblo se hace de si mismo.
La Pueblada que deja al desnudo, deshojando pudores con su sensual belleza, y acompañada de humoradas y anécdotas cotidianas, a veces melancólicas, es la que hace a cada pequeño pueblo, a cada barrio, diferente del resto. La Pueblada, esta en el reverso de la historia mostrada, de los hechos que nos decidieron relevantes, de nombres de calles y plazas. Ella habita en los gestos de barbarie. En las barbaridades solo confesadas entre asado, música y vino. Solo confesados en la sonrisa picara que inunda las voces de cada pueblo.
La mirada de Arens viene a intervenir, desde la reminiscencia, sobre la que se nos quiere imponer, pero también sobre la imagen satelital, que en este caso nos muestra el Google Earth.
La herramienta y el método que utiliza el pueblo para expresar sus caprichosas verdades ya tienen siglos recorriendo y dominando la región, aunque no siempre vestidas del mismo modo. Los anárquicos juegos infantiles, invadiendo y violando los espacios alambrados, rompiendo vidrios a las iglesias, hacen encontrar bolsas con balas, hacen reconocer la libertad dueña absoluta de nuestras pampas en otros tiempos. La rebeldía entre amigos, con vinos, armas y hambre doblega cualquier ansias de limites remplazándolos por carcajadas burlonas hasta destruir el mas mínimo vestigio de culpa.
Las poesías de Germán Arens son ecos de esas voces que se resisten a ser calladas o falseadas. Pueblada es esos chañares que crecen insistentemente sobre, y contra, los alambrados para desmentir el discurso civilizatorio. Pueblada es charcos, pantanos, con mohos, juncos y renacuajos meados al costado de algún camino. El poeta no duda en su elección. “Todo esta limpio de tan podrido”, nos asegura el hombre de Río Colorado (desde hace años residente en Bahía Blanca).
Pueblada, a pesar de la silenciosa, casi secreta, edición (Ediciones en Danza 2008), sin siquiera ser presentado en sociedad, es una lectura mas que necesaria y recomendable para cualquier lector de poesía, mas aun para los familiarizado con nuestra región. Lectura agradable e intensa, hermanada con las voces de grandes maestros como J. L. Escudero, Bustriazo Ortiz, Atahualpa Yupanqui y Larralde.
Deseo puedan hacerse de éste libro, y juzgar por si mismo, lo que éste texto a penas puede balbucear.
(DZO. Periodismo, cultura y sociedad. Año 3 -Nro 7 -Abril/Mayo de 2009)
sábado, 16 de mayo de 2009
domingo, 10 de mayo de 2009
a Osvaldo Costiglia
bibliotecas
moviendo adentros
en lenguas le caminan
recorre
pasos cortos ruiditos profundos
la paciencia
que otros miles consumimos
en alcoholes drogas y gestos apurados
la palabra no es suficiente
...entre adjetivo y adjetivo
mira la inmensa distancia
que supo entrar cuidadosamente
arrugada en su cabeza
apoya
una mano en el árbol
habla con la otra
gira
parece que alguna anécdota
le convence el camino
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