miércoles, 30 de enero de 2008

hacia la Isla de Sol.

Llegue a Copacabana, di un paseo por la costa con la mochila encima buscando a los chicos, y recorrí algunos hostales, y no los halle, así que me voy para la Isla del Sol” a ver si tengo suerte. Por lo que me dijeron es un lugar paradisiaco.

Quizás me encuentre con los chicos, sino no importa, disfrutare el lugar.

Voy solo en el barquito hacia la isla. Los dos barqueros hablan aymara, quisiera saber aymara. Trate de hablar con ellos pero no me dieron mucha bola, me hubiese gustado que me cuenten alguna historia del lugar, pero bue… ahí que respetar su silencio después de todo soy un gringo más para ellos.

Ojala pudiera ver en el zumbido de un insecto música. Cuanta enseñanza. Es lo que debemos comprender y vivir.

A la otra orilla del Titicaca veo el Perú bello y desconocido, se me hace otra fisura en mi mirada razón ya grietosa de realidad

¡Titicaca: animal indescriptible!

Solo este sabio poeta puede expresar todo lo que no me sale decir:

“Todo comenzó algún tiempo atrás

en la Isla del Sol

se juntaron dos caminos por casualidad…”

No hay comentarios: