lunes, 25 de febrero de 2008

presentación de nadeando

Por Guillermo Goicochea

Durmiendo en primavera no se advierte la aurora
en el lugar dulce se oyen cantos de pájaros
llega la noche, hay sonidos de viento y lluvia
cayeron flores, quién sabe cuantas.
Meng Hao-ren

¿Cómo se presenta un libro de poesía? ¿Cuándo se escribe un libro de poesía? ¿Cómo?
Lo del libro queda subsanado: se deja que hable él-mismo. Cuando y cómo son longitudes y modos que pretenden coagular un acontecimiento, y ponerlo de espaldas en una camilla de forense. La pregunta por el cuándo y el cómo no busca esta torpeza, pretende ir-más-allá y se empalma con la de Meng Hao-ren: ¿Cuántas flores cayeron esta noche de lluvia? ¿Quién las cuenta? ¿Quién se pregunta esto? ¿Quién escribe? ¿Quién habla?
En un mismo paisaje del habla la escena va apareciendo, sin necesidad, sin forzamientos “haciendo-nada”, nadeando: no hay manera de “nadear” que no sea complementario de habitar el justo medio, el inestable equilibrio dinámico del desequilibrio. (¿Será por eso los poetas siempre se me antojan como desequilibrados?)
Una vez uno, otra vez otro: y se encierra en seis palabras todo el taoísmo y el Zen; o como dice Buson:
Amo los dos ciruelos
uno florece
después, el otro.
“Sin-hacer-nada” o haciendo-nada uno empieza a habitar la zona de lo espontaneo, del orden natural, de lo no forzado, de la libertad, de los pequeños satoris y nirvanas criollos. Nadeando aparecen las coexistencias íntimas y sutiles que nos rodean y atraviesan a la vez, y que rara vez sentimos. Así se-hace la poesía, ahí espera, acecha desde la intemperie escribir-se. Y en el doble proceso del poieo, del hacerse, se hacen poeta y poesía, nadeando sin necesidades forzadas, haciendo-nada.
Entre dos respiraciones aparece un mundo, y ese instante sereno no se puede medir ni alcanzar salvo por su mismo hacerse, porque se-da a sí mismo como poema.
Nadeando se desequilibra en el borde mismo que une (mas que separa) un vaso con ansias místicas con un poeta chino, con Li Po el gran poeta del vino y el Tao. Ambos comparten (sin necesidad de salvar distancia alguna) su pasión por la poesía, el vino, la luna, los labios y dientes, y sobre todo: el nadear.
Uno dice:
En el borde de este vaso
no
caben
más labios.
El otro responde:
Un par de amigos beben, las flores de la montaña se abren
una copa, una copa, sigue otra copa.
Yo estoy borracho, me duermo y usted se tiene que ir.
Mañana, tengo una idea, tome su laúd y vuelva.

Para ambos: sabidurías que se tragan mejor acompañadas de vino, vasos rotos, o que no se dejan agarrar, intentos de beberse la luna a sorbos. Rojas soledades, dolores que no se van con el vomito. Silencios, palabras salpicadas que salen entre-dientes: Denken, ratio, logos; silencio... y nada... y vas nadeando por ahí. El devenir se mide por botellas vacías, por la nada que les apárese adentro; y la distancia por no comprender “a pesar de los vasos compartidos”.
Li Po invita a la luna a beber con él porque se siente solo, y ahí descubre que ya son tres para el vino: él, la luna y su sombra; y brinda por esto. Para el otro:
Hoy
la luna
salió llena
a pesar
de las botellas
que otras noches
arrojaste a su gemir.

Ahí
sobre la mesa de luz
te
dejo
vasos llenos
para que le hagan reparo
a tus esperanzas.

Uno se entreno en las artes taoístas, manejo con excelencia la espada y el pincel. El otro sufre algunos talleres de pensamiento oriental, y tiene faltas de ortografía.
Aquel viajó errante por todo China, tentado por todas las cortes, rechazo a todas, y fue considerado un “inmortal”. Este trayecta desde Villalonga a Bahía, y llega a Luro o Viedma, tentado por los bares que no rechaza.
Se dice que murió en una gran borrachera, ahogado en el Yangtze tratando de abrazar la luna. Puede que solo haya que cambiar el nombre al río para el nuestro.
Si el habla nos es dada, son los poetas los encargados de cuidarla y de hacerla hablar; porque (como dice un alemán) “lo permanente lo instauran los poetas” por la palabra y en la palabra, sin hacer nada, nadeando. Por eso la poesía puede soportar la experiencia humana, su historia, su cultura: porque la poesía no toma la palabra como material que ya existe, sino que es ella la que funda la posibilidad de la palabra. ¿Y para qué poetas? Pregunta este alemán: porque “son los sacerdotes sagrados del Dios del vino, que erraban de tierra en tierra, en la noche sagrada”. Yo prefiero esta respuesta: porque alguien, haciendo nada, nadeando puede decirnos que una noche de vino y lluvia en primavera, en algún lugar de China o Villalonga, cayeron unas flores ¿Cuántas? ¡Que importa!
Lo que sí importa, nos lo dice el Vasco:

Gritá, hasta que los dientes
se te hagan letras y los labios
te duelan en palabras.

Si no caben mas labios en tu vaso, o se te resbala en un no-agarrar inesperado y se hace pedazos junto a tus putas esperanzas, si la realidad anda con los pies descalzos entre esos vidrios, seguí nadeando con otro vaso en la mano. Seguí aunque después llores, vomites o te comas las uñas, pierdas los dientes y sangres gota a gota. Siempre busca porque acurrucadas detrás de los silencios se esconden las esperanzas.
Si el Cielo y la Tierra despreciaran el vino y la poesía, ni Li Po ni el Vasco podrían existir siquiera.
Si hay un camino a la santidad o a la inmortalidad a través del vino, y la leyenda sería cierta: ambos serian santos inmortales
Si la sabiduría no desconoce al vino, habrá que beberla.
Y si hay un modo de estar nadeando en el Tao, y esto se aleja de la sobriedad, bebamos, por la poesía, la luna, la sombra, Li Po y el Vasco que ahora... ahora son cuatro
Y como hay cosas que no se le revelan a los sobrios, brindemos por nuestro primer devoto de Dionisos en Villalonga.
¡SALUD!

domingo, 24 de febrero de 2008

el fin...

Bueno, amiguitos, hoy es sábado nueve de febrero y estoy saliendo para Villalonga.
Ayer estuve laburando en el “club 7” (o 9, no me acuerdo) en San Isidro, me gane unos mangos gracias al amigo Facu y a Dante y hoy puedo seguir viaje.
En esta ruidosa, desordenada y desprolija ciudad es donde termina mi viaje.
Feliz de ello. Aunque ya extrañando a la Madre Bolivia.

FIN
Estamos desesperados, no sabemos que hacer, para colmo solo queremos una cosa irnos.

Fue, voy a disfrutar. Me iré a leer a Bustos por ahí... y ver si pasa algo.
Juan me culpa hasta de que sea feriado.
Martes 5-02-08
Estamos desesperados, no sabemos que hacer, para colmo solo queremos una cosa irnos.

Fue, voy a disfrutar. Me iré a leer a Bustos por ahí... y ver si pasa algo.
Juan me culpa hasta de que sea feriado.
Martes 5-02-08

anoche, con el cielo

A las nueve salimos para Tupiza, de ahí estamos a tres horas de Villazón. Seis horas son hasta Tupiza. Ya no veo la hora de estar en la Argentina. Si tenemos suerte quizás lleguemos antes de que cierre la frontera, sino tendremos que esperar hasta mañana a la mañana.
Con la guita solo llego hasta Baires, después tendré que rebuscármela para agarrar unos mangos para llegar hasta Bahía. Dante me ofreció laburo por una noche en el bar. Es buena la idea pero es caer muy bajo estar a sus ordenes... No creo que haya vuelta atrás después de algo así.

Anoche estuvo piola. Anduvimos por la plaza, todo el mundo esta de fiesta como es carnaval. Después con el amigo Vinito y su amiga Carla, quienes después de fracasar tratando de vender acuarelas que hacia ella, se entregaron al carnaval y al vino, nos fuimos al cementerio de trenes por supuesto sin hallarlo. Caminamos largas horas en la noche. El cielo estaba increíblemente estrellado. Nos acostamos en el medio del desierto al menos por una hora mirando hacia arriba, lo que se veía, lo que existía, era todo cielo... Así termino la noche.
Miércoles 6-02-08

el gran Vinito

Volvimos del salar, de ese espejo hermoso en el que solo se pueden mirar las montañas y el cielo. La vuelta desde el hotel de sal la hicimos en el techo de la camioneta, con Ana y Rocio...

Ahora estamos tomando mate frente a un bar en el que están pasando Sumo y además venden cerveza Quilmes. Se extraña Argentina, carajo.
Según parece mañana tendremos que estar todo el día acá. A causa del carnaval es feriado nacional, tan feriado que están cerradas hasta las terminales. Creoq ue lo hacen porque la gente toma demasiado y las rutas son un peligro.
No conseguimos pasaje en el tren. Y acá no nos podemos colar como en Argentina. A pesar de todo esto, paso algo bueno, en la estación de ferrocarril me encontré con el gran Vinito. Estaba con una amiga, acababa de robarle un Viñas de Balbo a un borracho que estaba dormido profundamente en el piso de la estación. Jamas disfrute tanto un trago de vino, ya estoy algo podrido del vino boliviano. Un prócer Vinito Calambre. Merece estar en los billetes de diez mangos. Con esos es con los que se va a comprar vino. Es poesía pura el chabon.

Es una cagada no poder viajar, ya quiero estar allá, y mi hermano ni les cuento. Lo peor es que el chabon esta re amargado y inaguantable...

en el Salar de Uyuni

Ya estamos siendo nada en la inmensidad del salar.
Antes nos llevaron a ver algo así como un cementerio de trenes. Me pareció una boludes, venir hasta acá para ver eso. Argentina es un cementerio de trenes. Somos siete en la camioneta 4 por 4 que nos lleva, éramos siete. Subió una japonesa que se bajo ofendida porque ninguno de nosotros sabia ingles para hacerle de guía turísticos. Una idiota, para colmo nos hablo con una soberbia como si seria nuestra obligación de ser sus guías. Todos sabíamos algo de ingles como para explicarle, pero nos jodio muchisimo su actitud y se lo hicimos saber con varios chistes en el que todos nos reímos...
Atrás va una pareja que no conocemos, además hablan poco, y también están Rocío y Ana unas chicas que conocí cuando estaba solo en el Carretero, piolas. Ayer las encontré en el colectivo. Me metieron mucha presión para aparecer en el diario...
Como estuvo lloviendo el salar esta inundado. Ahora, es una laguna, con el piso de sal, de unos 12.000 km cuadrados. Es un espejo gigante, en la que si uno mira el horizonte se confunde el salar con el cielo. Los cerros a lo lejos parecen estar flotando en el cielo.
Según nos cuenta el chofer tiene una capa de sal de unos noventa centímetros. La sal fue lo que quedo de una laguna salada que se llamaba “Minchin” que existió acá hace unos mil años. No se sabe que significa el nombre. La laguna se evaporo a causa del calor, la altura ayudo a este proceso.
Cuenta que en el volcán Tunupa, en una gruta, hay momificadas familias enteras incas, que vinieron hacia acá escapando de los españoles, pero no pudieron sobrevivir debido a que desconocían el lugar y que se podía cultivar en esta región.
Acá si uno se queda mucho rato en el salar y hay mucho sol queda petrificado.
Seria muy bueno ir. El volcán tiene 5700m, debe ser increíble. Será en otro viaje, ahora no hay ni tiempo ni plata.

en Uyuni

Es lunes, y ya estamos en Uyuni. Tratando de cambiar guita porque no nos quedan más bolivianos. Las casas de cambio que están abiertas me compran los pesos a os bolivianos, es un robo.
Estamos en un hostal que aun no pagamos. Y a las diez de la mañana hacemos una excursión al salar de Uyuni que aun no pagamos. Y tendríamos que sacar pasaje en tren para Villazón...
Maldito mundo...
El viaje en cole hasta acá no fue nada cómodo. Eso que nos habían dicho que el cole era semicama, si lo era lo disimulaba muy bien. El camino era un nocamino, a veces había una huella. Creo que el chofer se guiaba con una brújula. Fue como viajar en un caballo con techo. Todos nos quejamos cuando llegamos, ya que todos veníamos durmiendo.

Lunes 4-02-08

domingo orureño

Ya somos domingo. Nuestra voluntad ya esta más en Argentina que acá. Se extrañan muchas cosas. El baño por ejemplo, y sobre todo el no tener pulgas.
Anoche fue increíble la pasamos de mil puta excepto Juan que se fue a dormir temprano nuevamente. El carnaval es maravilloso. Las ropas son interesantisimas, dicen demasiado, más de lo que puedo llegar a comprender. La música, vientos y tambores. Tiene un ritmo muy monótono que taladra la cabeza, y que acaba por conquistarte la paciencia. La gente baila super borracha. Los bolivianos se ponen muy pesados intentando ganarse tu confianza para después robarte, muy cobardes... Lo bueno es que mientras lo intentan te van convidando mucho alcohol, aunque no es tan bueno, ya que toman cosas espantosas.
Las distintas diabladas son muy raras. Bailan durante muchisimos kilómetros, se los ve re agotados, pero cuando llegan a la iglesia del Socabon se ponen las e pilas. El baile a pesar de las coreografías es hermosamente desprolijo... espantosamente atractivos. La gente se mezcla con las diabladas para darles para tomar, cada tanto se mete un borrachin que aumenta el desorden. Todos gritan y bailan.
A pesar de que la iglesia interviene en esta ceremonia, en los distintos gestos de esta gente se conserva, a nivel inconsciente quizás, las tradiciones precolombinas. Cuando los bailes toman características coloniales es a modo de burla a los españoles. A pesar de siglos y siglos de cobarde y perversa dominación cultural por parte de la iglesia las culturas amerindias resisten. Por desgracia la iglesia cuna de mil perversiones y madre del dolor amerindio no se da por vencida en su ambición de dominio.
Después que pasaron todas las diabladas las bandas comenzaron a tocar en las escalinatas del anfiteatro que hay frente a la iglesia del Socabon. Primero eran solo unos diez vientos y terminaron como doscientos. El ritmo absolutamente monótono nos puso de la cabeza a todos, y no parábamos de bailar. Lo perdí a Lucas, pero quede bailando solo haciéndome masa.
Aprecia una peli de Kusturica, aunque mejor, mas al palo... Para colmo pegue un ritmo muy parecido al del personaje de “Gato negro, gato blanco”.
Se hizo el alba y todos bailábamos a más no poder. Quede ahí hasta cerca de las ocho y media y me vine para el hostal. La joda, por lo que me dijeron, seguía hasta las diez u once, pero no me daba más la garganta, no podía ni hablar.

Ahora estamos en la terraza. Queríamos irnos rápido para Uyuni pero conseguimos recién para las ocho de la tarde, tenemos nueve horas de viaje hasta allá, nos ahorramos una noche de hostal. Andamos con el mango re justo.

Para hacer tiempo decidimos ir hasta un ciber. Nos paso algo que deja más que claro que entre nosotros y Oruro hay algún problema. Mientras íbamos, a solo tres cuadras donde estaba el ciber, vimos a una pareja discutir al igual que mil personas en esta borracha ciudad. Apenas miramos como la mujer golpeaba a su novio, y seguimos camino, cuando la mina así como así empezó a insultarnos a nosotros y el chabon también se prendió. “Eh, que miran. Quieren que les pegue a ustedes también.” No le dimos bola y seguimos caminando... Ellos siguieron detrás nuestro con los insultos... No queríamos responder porque iba a ser para cagada. Acá somos más que locales. La piba insistía y se nos vino al humo. Tratamos de hacerlos entrar en razón pero nada. “Bolitas, nos dicen ustedes, pero acá mandamos nosotros” y primero el chabon y después la mina sacaron cuchillos. Él un tramontina de cocina, pero ella sacó una navaja. Fue un bajon. No queríamos pelear solo porque tenían cuchillos, sino porque de seguro toda la gente, que no era poca, se pondría del lado de ellos. Gambeteando la pelea, y alguna que otra puntada que tenia solo el fin de amedrentarnos, nos metimos en el ciber. El dueño me conocía, había estado antes. Le contamos la situación mientras la mina no dejaba de gritarnos desde fuera, que ya venia su gente y que íbamos a aprender... Unos quince minutos pasaron así. No sabia que carajo podía pasar. Le pedimos a la gente del lugar que llame a la policía. “Hola, policía. Mire acá en la calle... en la esquina, en el ciber, hay dos turistas a los que los están esperando con cuchillos”... “Pero como... no puede decirme que se cuiden. Y ¿sí les pasa algo?. Mándenme un móvil, por favor.” Después de cortar, dijo indignado: “acá la policía es una mierda”. Pero por suerte toda la gente no lo es, un cliente que estaba justo ahí nos dio una mano inmensa. Primero llamo a la policía de nuevo, tampoco le dieron bola, entonces llamo a un amigo que era seguridad en una empresa. Y, aunque ya se había ido esta gente, nos acompañaron hasta el hostal por las dudas.
El carnaval es genial lastima estas cosas.
Lo que puedo decir es que en estos dos días no pudimos estar en ningún momento tranquilo, y por lo visto no faltaban razones para estar paranoicos.

Hace un ratito, mientras estabamos afuera de la terminal me hicieron una entrevista. Me preguntaron que me había parecido Oruro y su carnaval. Estuve bastante blando igual hable algo de la inseguridad. Como un pelotudo olvide hablar bien de Evo... Perdon presidente pasa que estos días ando medio distraído.

Cuando digo que estamos lechados en esta ciudad no lo digo por capricho nomás. La pareja que nos bardeo con cuchillos hace un rato esta acá. Hicimos lo posible para esquivarlos creo que ellos hicieron lo mismo con nosotros. Le dijimos a un policía, nos dijo que iba a estar atento pero que sé yo... Si llegan a aparecer no los vamos a dejar ni pensar. No soy tan machista como para dejarme matar por una mina con un cuchillo. Por suerte la Pacha esta de nuestro lado... No creo que merezcamos esto.
Estamos sentados a un extremo del anden tratando de estar lo más atento posible. No sé si servirá, pero dejamos los cuchillos a mano...

Bueno ya estamos arriba del cole, aun no salimos así que no estamos completamente fuera de peligro. Tan lechados estamos en esta ciudad que si nos caemos de culo en el piso seguro hay mil pijas paradas.
Es una lastima irme tan mal habiendo gente que me trato tan bien acá.
Adios Oruro. Atrás quedaron las luces de esta ciudad en donde la pase tan mal. Confieso que ya extraño su música. De Oruro solo nos quedan tres o cuatro fotos en un barsucho y en la terraza con el amigo Lucas. Por temor a que nos roben no fuimos con la cámara al carnaval. Espero haber sido claro en lo escrito...

En Uyuni todo será genial, lo sé.
Domingo 3-02-08

en Oruro

Anoche estuvo de mil puta. Juan se fue a dormir temprano, y quedamos con Lucas hasta tarde. Bailando a más no poder y tomando algunas bebidas poco convencionales (ponche, té con té...). Muy bueno todo. La gente convida tragos, y te obligan a tomar. Por ahí se ponen medios cargosos y algunas veces violentos.

En el barsucho estuvimos hablando con dos viejos muy copados. Uno era ingeniero y el otro artesano, hacia sombreros. El primero estaba en una de las diabladas, “La diablada autentica”. Nos contaron de Oruro y del carnaval y se emocionaron hablando de Evo.
Hace un tiempo existió en Oruro y en sus alrededores un hombre que robaba a los ricos para darle a los pobres. Nunca lo pudieron agarrar. Nunca pudieron saber donde era su guarida. Los mineros la encontraron una vez muerto este hombre. Era una gruta y en el solo estaba el cuerpo del hombre ya sin vida y una imagen de la Virgen del Socabon. Ella protegía a este hombre que ayudaba a los pobres por ello los mineros comenzaron a agradecerle llevándole ofrendas en el carnaval. Salían en febrero desde las minas con disfraces de plata de su dios, el Tio, e iban bailando hasta la imagen de la Virgen. Esta era su ofrenda. Ahora las vestimentas no son más de plata sino que son de telas.
Lastima que tan bella expresión y autentica este también ultrajada por la iglesia. Creo que ponen hasta la fecha.

El día fue medio paja. Fue mucho el desgaste físico y psicológico de anoche. Físico porque metimos mucho baile con Lucas. Eramos dos personajes de Kusturica. Y psicológica porque había que estar muy atento por el choreo, para colmo es un pungueo re cobarde. A Lucas le metieron la mano en la mochila y a mí me metieron la mano en los bolsillos, por suerte no llegaron a sacarme nada. Nuestra vecina de habitacion le robaron todo pasaporte y demas cosas, se tiene que volver para argentino. Andamos re paranoiquados.
Por la tarde la paranoia pasaba por el temor a recibir un globazo de agua o lo que es peor un balde de agua desde algún edificio. El carnaval va al palo todo el día. Nosotros no pagamos una grada, salía 100 boliviano, así que solo sospechamos lo que pasa. Parece muy para turistas las gradas. Por lo que dicen, en un rato, nos podremos colar.
Ahora estamos comiendo, mientras miramos el partido River Boca. Pesota como siempre le regalo el partido a River. Que hijo de puta. Le deseo lo peor, pero no es porque yo sea un mala leche, sino porque es un verga hijo de puta...
Bueno, ganaron Pesota y River.

Sábado 2-02-08

uf anoche

Gue... Anoche... uf. A las ocho de la noche termino la cosa.
Al final no salimos nada para Oruro, es difícil irse del Carretero. Vino el gran amigo Vinito con una historia muy copada, y nos quedamos tomando un poquitico y salimos para Boca y Sapo.
Tomamos vino y coquemos, y todo continuo así desprolijamente hasta la mañana, que nos sorprendió tomando mate en la cocina del Carretero...
En Boca y Sapo pregunte por los poetas que me dijo Andrés que frecuentaban este lugar... Me hablaron muy bien de un tal Pablo Saenz y de Campera, del ultimo me paso el numero Ajens pero perdí el numero. Me dijeron que los jueves se reúnen. Una lastima que me este yendo. Sera el año que viene.
A las diez ya estuve arriba, uf. Y ahorita salimos para Oruro con Juan y Lucas.

Estamos en la terminal, son algo así como las dos, y tenemos que hacer una cola de al menos tres horas para sacar el pasaje para Oruro. Dicen que no hay mas hospedaje, va todo el mundo para el carnaval, como los frivolos de la ONU lo declararon patrimonio cultural de la humanidad...
Esta noche seguramente tendremos que dormir en la calle.

Dejamos no sin tristeza el Carretero. Muchos amigos quedaron allá, aunque llevo los mails en mi cuaderno para domar las distancias de alguna forma. Se extrañara este lugar. Me voy absolutamente completo de acá.

Vamos viajando en el cole. Son las cuatro o las cinco no sé bien. Llegaremos tarde la noche será en la calle. Mañana quizás no. Recien hable con el poeta Benjamin Chavez y por lo visto me dara un pedazo de su patio para armar la carpa, pero recién para mañana. Nos salvo.
Me hace falta un baño pero por lo visto tendré que tirar así hasta mañana. Tengo un problema no menor, estoy lleno de pulgas. Tengo todo el cuerpo lleno de ronchas y no puedo parar de rascarme. Imagino que vienen conmigo desde la Isla del Sol o sino desde Tocaña.
Igual madre no te preocupes procurare deshacerme de ellas antes de llegar a casa. No voy a contagiar a las perras.
Ahora voy a dormir, tratare de aproximarme lo más posible a Juan a ver si le paso alguna. Mal de muchos...

Es la nochesita estamos en un barsucho tomando un singani con gaseosa. Muy rico el trago pero lo imagino muy traicionero.
Anduvimos dando una vuelta por la pasarela, donde mañana a la noche será el carnaval; comimos por ahí algunas porquerías muy ricas y barato. Pero es un caos, escapamos para acá donde hay menos borrachos aunque hay muchos.
Toman mucho y se ponen bastante cargosos, pero bue, es su fiesta que se les puede reprochar.
Pegamos un lugar en donde dormir: una habitación de un edificio en construcción... Tiraremos las bolsas en el puro cemento. Para colmo es en un tercer piso, casi nos morimos subiendo la escalera que peligrosamente, pienso en el regreso a la madrugada, no tienen barandas.
Es lo que ahí.

Jueves 01-02-08

ahorita nomás

Ahorita estoy tomando un vinito, en pleno “velorio de la uva”, recompondré el liquido orinado en algún día de infancia. Es la noche… en el día no paso mucho.
Comeremos unas lentejas con arroz, fideos, y condimentos muchos. Estamos cocinando con un loquito de Baires que es muy copado, creo que seremos grandes amigos... le dicen “Vinito”, imagínense.
Después iré, o iremos, a “Boca y sapo”. Ayer estuve ahisito con el amigo Lucas de Río Grande que por esas putas casualidades es amigo del hermano de Maria Martinengo, y estuvo tomando mate con mi novia en la casa de la rubia en la isla... Ahora que lo pienso la Chelo no toma mate... eeeeeeeh. Bueeee.
Bueno, en este bar del que estoy hablando la jarra de vino esta a solo 12bolivianos, además la música es copada y me lo recomendó el amigo Andrés Ajens.
Ahí estaré esta noche.
Miercoles 30-01-08

aquerenciao

Ya estoy, de nuevo, aquerenciao en el Carretero. Haciendo compras muy importantes... entre ellas un regalo para Maggie.
Hace un rato me encontré con Juan.
Ahorita estoy en la terraza con dos franceses y un argento. Ellos haciendo música y yo mate y diario. La vista es hermosa. La ciudad de La Paz es increíble, tiene la forma y el color del paisaje. Sobre el Imani llueve, acá, por suerte, queda un pedazo de sol aunque no por mucho tiempo.
Hoy me levante a las siete de la matina para tomar mate. Estuve casi dos días sin tomar mate, chabon. Me estaba desesperando.
Ahora no tengo nada, pero nada que hacer. Contemplare y disfrutare las compras, y veré que más se consigue, que sea barato ya que la guita ya comienza a ser poca...
Martes 29-01-08

Tocaña-La Paz

Me despertó Fabricio entrando por la ventana de la pieza. El pendejo es un terremoto. Le di unos de los cuadernos para que dibuje, así no jode tanto.
Estoy re congestionado no se va más el resfrío.
En un rato, Fabricio me llevara a dar una vuelta.

No llegue hasta los cocales, pero Fabricio se encontró con un amiguito, y, sin yo saberlo, me hicieron acompañarlos a robar naranjas y mandarinas. Yo les hacia de campana.
Ya se lo que piensan y están en lo cierto, sigo en la infancia. Las mandarinas estaban re buenas, y se hacían más ricas con la adrenalina de ser descubiertos.

Ya tengo la mochila armada, así que en cuanto llegue el Pulga saldré para La Paz, y mañana quizás este en Oruro.

Hice los tres kilómetros para salir de Tocaña y llegar hasta la ruta, ahora estoy esperando que venga la combi que me lleve hasta La Paz. El sol pega como la gran puta. Por suerte hay un poco de viento, que salva un poco. Se extraña el viento de Villalonga por acá.

Esta complicada la cosa no pasa ninguna combi ni nada. Hago dedo pero no te levanta nadie. Un viejito me dice que hay que ir hasta la subida a Coroico pero esta como a una hora caminando. Estoy dudando que hacer, para colmo no me queda guita para pasar la noche en ningún lugar menos para comer. Es grabe la situación. Las ampollas no me dejan decidirme tan fácilmente a empezar a caminar.

Me decidí y salí caminando. Apenas caminados unos 2000m me alzo una camioneta de, algo así, como los inspectores de caminos que me llevaron hasta ese lugar a mí y a un boliviano.
Ahí, apenas llegue, me levanto un camión que me trajo hasta La Paz. El camino estaba muy complicado, en varios lugares hubo derrumbes y no se podía pasar por la ruta y había que desviarse. Cuando subimos hasta, más o menos, los 5000m comenzó a nevar para colmo, no se porque mierda, el chofer iba con la ventanilla abierta. Como no podía ser de otra forma en ese lugar había un derrumbe muy grande y tuvimos que esperar una media hora ha que se reabra el camino.
El cambio de clima me mato...
Llegue a La Paz a eso de las 5hs. Baje a 30 cuadras del centro. Cuando baje, le agradecí el haberme tirado pero me dijo que no había que agradecer había que pagar. Le deje 10bolivianos, yo pense que te subían de copados.
No me quedo un mango así que tuve que caminar hasta el Carretero, donde siempre me espera un lugar. “Oh, Álvaro, el famoso Álvaro Urutia” me dijo Roberto en la recepción.


Lunes 28-01-08

el paisaje y ¿yo?

El amigo Julio y sus amigos seguirán tomando para celebrar una semana de trabajo, de sol a sol, cosechando coca.

No me iría nunca d este lugar, pero mañana no me quedara otra que salir para La Paz. Al mediodía bajare para tomar el cole.
La bajada hasta la ruta será complicada con varias ampollas que no llegaron a curarse. Todavía no pude calzarme las zapatillas, a pura alpargatas anduve estos días.
Después de hacer algunas cosas, mire bien Tocaña. Recién ahora advierto que todo en esta comunidad, en este paisaje esta quieto. Todo se encuentra quieto, e intolerablemente impenetrable... La mirada puede permanecer horas en una misma montaña, y por más que tres o cuatro personas, veinte autos, mil pájaros, se hayan movido en ese lugar, no se percibe ningún cambio en absoluto... Mirar cualquier cosa en este lugar es como cuando, en mi infancia, miraba las casas que hacia con piedras sobre la loma que había en el patio, imaginaba la casa y mil circunstancias pero nunca deje de ver la piedra... Solo ando por algunos caminos, pero no puedo adentrarme en ningún lugar. Nada deja de ser paisaje, piedra... yo, sin duda, soy paisaje. Soy un átomo de este paisaje, mal que le pese a mi orgulloso “Yo” que tanto han incentivado desde mi infancia.
Prueba:
Hace un rato paso el amigo Edwin preguntando si yo había recibido alguna visita, siendo quietud e inconsciente de esa condición le dije que no. “Pero, cómo ¿no vino una chica?” Cuando la pregunta choco contra mi alienación, vi que mientras estaba quieto, siendo paisaje, recibí la visita de dos mujeres afrobolivianas. Una buscaba al Pulga y dejo algo para él; pero la otra recién bañada y muy vestida como para una situación ordinaria, como yo no le di ni bola se fue. Pobre de mí, tan paisaje era que ni siquiera fui... Protagonista de un dialogo pero siendo piedra, siendo paisaje. Solo estaba en la quietud contagiada del paisaje. Edwin pregunto y respondí “nadie”, solo en el recuerdo como a una montaña a kilómetros vi a las dos mujeres...

Se escucha, en el silencio, la buya de Julio y sus amigos que continúan tomando y coqueando a más no poder. Por lo que me han contado si uno toma coqueando no le agarra sueño, y puede pasar días bebiendo y sin dormir.

Iré a dormir.
Las luciérnagas están rompiendo las paredes nocturnas con su luz casi dolorosa, como toda belleza.
Anoche una ilumino, al menos por media hora, pedacitos de chapa del techo. Seguramente maldiciendo que le hayan robado el cielo.
Domingo 27-01-08

martes, 12 de febrero de 2008

la vuelta

La vuelta fue corta. Mientras caminaba hacia no se donde y me llamo un grito y no pude más que ir. Estaba Julio, quien antes había ido a refugiarse al alero del Pulga, tocando la guitarra y tomando cerveza con dos parejas del lugar. Tomaban cerveza y coqueaban a más no poder. Absolutamente borrachos cantaban cuando se acordaban, y dejaban de hacerlo a la menor distracción.
Hablamos durante un rato de cosas inconexas, aunque no por eso dejaron de ser importantes. Una de las mujeres cantaba bien, me recordaba a la Chavela. Esta, en la borrachera se puso a pelear a su marido, para después acabar rompiendo en llanto lamentando no tener ni ser nada. Los otros la animaban, diciéndole que tenia lindos hijos y una linda casa, el marido la desdeñaba rezongando mirando a la misma tierra a la que escupia una y otra vez.
No dejaban de pasar las birras… A la hora de pagar se armo otra discusión de cuantas había pedido cada uno en la casa-tienda-bar en la que estaban bebiendo.
La discusión continuaba, y Julio, tocaba y cantaba a mi y a otro argentino, canciones de los Visconti.
Me fui por una cuestión de respeto. Hace un rato pase de nuevo, mientras iba a comprar lapicera, y aun seguían de joda.

Ahora me vine hasta un mirador que se encuentra debajo de Tocaña. Se ve Coroico, y abajo se ve el rió, que va a todo ruido, y la carretera absolutamente silenciosa; prueba de la supremacía del paisaje sobre el hombre que se da en este lugar.

lunes, 11 de febrero de 2008

mate y música

Me quede sin yerba, será muy difícil sobrevivir sin tomar mate hasta mi regreso a La Paz.

El día va siendo.
Lave algo de ropa que venia sucia desde hace tiempo. Salio el sol después de la lluvia y la ropa se ceca rápido. Confieso que la lavada fue media enjuagada, no más que eso.
Comí uno de los arroces más ricos de mi vida. No tenía mucho de especial pero sentí mucho placer al comerlo. Sobro bastante, así que esta noche nuevamente me entregare a semejante goce.
En un toque saldré a dar una vuelta por el lugar a ver que se ve. Mientras espero escucho a Mano Chao, y escuchare a Caetano Veloso.
Acabo de escuchar “Mi vida” de Mano y me voy a caminar y a leer a Miguel Ángel Bustos bajo algún árbol de este lugarejo… Seguramente acá entienda en parte la historia del “cristal”…

con la gente de la comunidad

Ayer me interrumpieron la escritura los amigos Miguel y Edwin. El segundo paso solo un ratito. Miguel se quedo un rato largo charlando. Es un afro-norteamericano, aunque se confunde con los de la comunidad, habla perfecto el español. Hace cinco años que esta en Bolivia. Salio de mochilero de Nueva York, escapando del ruido y la velocidad hacia México y Centroamérica. No le gusto mucho, se encontró con gente tan ambiciosa como en Norteamérica, según cuenta. Entonces con lo poco que le quedaba de guita tomo un avión hasta Perú y de ahí sobrevivió hasta llagar a la Madre Bolivia.
Fue cuatro años Marine.
Salio para escapar de la “civilización”. Es un licenciado en matemática y, por lo que se ve, ha leído mucha filosofía…
“La gente acá no es tan ambiciosa”. “En Estados Unidos hay solo dos religiones: el Dinero y la Ciencia”.
Ahora esta casado, con dos hijos y labura de albañil, y no tiene acceso ni a la tele ni a internet.
Se lo ve feliz con el camino que Eligio, no se arrepiente. “Pero la gente de acá no me entiende”. Podría estar laburando bien, teniendo dinero y mil comodidades pero esta acá…

Paso un rato, entre “conversa”, y paso a buscarme Edwin para ir a jugar al fútbol con los pibe de la comunidad. Pero cuando llegamos a la cancha a los chabones no les gusto mucho la idea de que yo juegue. Después de todo no soy más que un gringo más para ellos… La pisan mucho, por lo que vi, pero no mas que eso. Juegan rápido, pero sin mayor técnica. Todos muy identificados con Brasil. Tienen camisetas de esta selección o de Ronaldiño…
Quizás por eso no quisieron que juegue, me tenían miedo. Bien hacían, a la primera pisada me llevaba una rodilla para argentina de recuerdo.

tranquilo y solo...

Desperté con el canto de un gallo, imagino que eran seis y media más o menos.
Anoche a las ocho ya estábamos en el sobre, Juan se durmió, yo estuve como cuatro horitas pa¨ dormirme, pensando en giladas. ¡Que pelotudo, no!
La puta… no ser uno de esos maestros Zen que pueden dejar a un lado estas cosas. Sospecho, que de forma análoga, los campesinos bolivianos poseen la misma capacidad, o algo que se le parece demasiado.

Toda esta realidad me entraba por una pequeña ventana, por la mañana, y yo sin saber que mierda hacer o dejar de hacer.

La bruma es muy espesa, ahora.
Solo falta un lago con una casa flotando en el medio, para ser “Primavera, verano, otoño, invierno… y, otra vez, primavera”; aunque, pensándolo bien, todo eso sobraría.

La comunidad es increíble. Según nos cuenta el Pulga es, de todas las del país, la que mas conserva sus tradiciones.
Sus ancestros fueron traídos, vía puerto de Buenos Aires, hasta Potosí para laburar en las minas o en la Casa de la Moneda; pero como tenían muchas dificultades paran adaptarse a la altura y al frió de esa ciudad, los trajeron hasta esta zona tropical para que cultiven coca, siempre necesaria para que los “indios” rindan más en las minas. Los marcaban como a ganado, según los dueños, y cuando cometían algún delito se los marcaba en el rostro. Esto fue a principio del siglo XVIII.
Los afro-bolivianos siempre estuvieron ligados al cultivo de coca.
Sus ancestros vinieron de Angola y Sudan. Los separaban, para que no quedara gente de la misma etnia, de ese modo les resultaría más difícil conservar sus tradiciones y resistirse a la imposición del cristianismo, siempre necesario para el dominio y la explotación.
Según el Pulga en los rasgos físicos se denuncia su país de origen.





Hace una media hora se fue Juan, así que estoy solo por unos días. El chabon no quería estar acá, quería ir a Sorata, y yo quedarme, así que nos dividimos, y nos encontraremos en La Paz.
Me quede sin maquina de foto. Tendré que afilar la pluma, aunque sé que estoy destinado a fracasar.
Estoy muy tranquilo, el Pulga se fue a Coroico. Me estoy reencontrando con la música, escuchando el cd de Hiro; y leyendo un libro sobre los Incas (“Estructuras andinas del poder. Ideología religión y política”, de Maria Restworowski de Diez Consejo), tema en el que estoy debutando.
Estuve leyendo el “Himalaya…”, creo que aun no estoy en condiciones de escribir algo… Voy a terminar el libro de la mina esta, y releer “Himnos a la noche”, y esperar que se mueva algo adentro. Lastima que no tengo el Poopol Bhu, pero bue… esta en buenas manos.

sabado 26-01-08

domingo, 10 de febrero de 2008

camino a Tocaña

Estamos en Tocaña en casa del “Pulga”, atrás quedaron las lluvias constantes de Coroico. Los dos pueblitos están realmente muy cerca, solo que están en montañas distintitas. Los separan tres horas de camino bastante complicado, y más aun a causa de la lluvia, y más aun, si para acortar tiempo cortas camino…
Salimos ocho y media de Coroico; apenas treinta minutos de camino nos encontramos con que el camino estaba cortado a causa de un derrumbe. Más de diez autos esperaban mientras ocho o nueve trabajadores hacían lo posible para que el transito continué. Nosotros pantalones arremangados y zapatillas en mano pasamos sin grandes dificultades, ante algunos chistes no comprendidos del todo. Habrán sido unos treinta metros de caminata entre el barro.
No era mucho lo avanzado cuando un taxi, sin duda queriendo llevarnos, nos dijo que quedaba lejos pero que había un atajo. Mal hicimos en hacerle caso. Se ahorraba mucho camino, pero el camino era casi imposible para hacerlo con la mochila-biblioteca mía y la de Juan que pesaba otro tanto. La bajada era muy empinada, y en los lugares donde no había piedras y había tierra-barro gredosa era imposible hacer pie, era un jabón. Juan se cayo una sola vez el hijo de mil, yo unas veinte. A la primera, nomás, me corte el dedo con un yuyo y se me rajo un pedazo el pantalón. Con las sucesivas caídas el agujero se hizo de unos 30cm. Así que, todo aquel con el que me cruce pudo ver mis vergüenzas, que en realidad eran solo un calzoncillo rojo.
El camino dejo de ser peligroso cuando descendimos hasta el rió Coroico, creo que se llamaba; aunque de ahí solo fue subir unos tres kilómetros hasta Tocaña.
Les juro que prefiero ir caminando de Villalonga a Stroeder antes de hacer este trayecto de nuevo con los 32kl de mis dos mochilas amenazando con asesinar a mi espalda, y dos ampollas, una en cada pie acompañándome casi todo el camino.
Por suerte del cartel que decía: “Bienvenido a Tocaña” hasta la casa del “Pulga” quedaban solo 20m. A las doce y media estuvimos ahí. Destruidos.
Menos mal que no vino el gordo del Mati. Se nos moría…

Es la tarde, ni idea la hora, ya estamos instalados acá. El lugar es hermoso y la gente más. El Pulga se fue a trabajar, y nos dejo en compañía de Fabricio, un nene afro-boliviano que queda acá cuando sus padres se van a trabajar a los cocales y maizales.
¿Ya dije que Tocaña es una comunidad, de unos 150 habitantes, afro-boliviana?...
Hace un rato se largo a llover y Julio, que estaba laburando en los cocales de enfrente, a unos 300m, se vino al reparo del alero de la casa del Pulga. Charlamos un rato con este hombre de unos cuarenta años… convido coca, convidamos mate.

El lugar es más que agradable.
El Pulga es un antropólogo que vino a trabajar a esta comunidad y termino asentándose. Tiene una biblioteca interesante, y un libro editado sobre la coca y la comunidad. Aun no chusmee bien… ya lo haré.
Viernes 25-01-08

martes, 5 de febrero de 2008

en coroico

Hay somos jueves 24. Ya tenemos todo armado para salir del Carretero. Con Juan nos vamos para Coroico, y de ahí seguramente para Tocaña, una comunidad afro-boliviana. El Mati se va para Buenos Aires.
Voy mejorando del resfrió. El Mati ya esta bien; pero ahorita se va para argentina.
Sale a las 5hs y tiene 48 horas hasta baires. Le estamos dando cosas para que nos lleve y no andar cargandolas el resto del viaje.

En un rato bajaremos hasta 1700m, será casi como volver a nacer. El lugar ya es zona de yungas, selvatico. Hay un problema: en el lugar hay fiebre amarilla y no nos vacunamos contra ella.

Estamos ya en Coroico. El viaje fue más que raro. A la media hora de salir de La Paz, subiendo, nos encontrábamos entre montañas nevadas. En veinte minutos más ya estábamos entre la nieve, y las nubes comenzaron a rodearnos.
El chofer de la combi que nos llevo, que no cerro el vidrio todo el puto viaje, cuando el camino comenzó a ponerse complicado, muy peligroso, empezó a tirarle alcohol sobre la rita casi congelada por la ventanilla. “Challaba”, pedía permiso. Lo hacia, imagino, al igual que los mineros lo hacen con el Tio.
De repente nos encontramos dentro de las nubes, una niebla espesa que no dejaba ver a más d e dos metros, siempre andando sobre las peligrosas laderas de las montañas de más de 5000m. este trayecto se hace en zona de derrumbe, cuando llueve mucho ocurren todo el tiempo. En más de un lugar a la ruta se la había llevado el agua.
De alguna forma había que sacralizar el viaje, no estaba tan loco el chofer.
Por lo que escuchamos hay alerta meteorológico en todo el país. La Niña esta azotando la Madre Bolivia.
Siempre nos acompaño la lluvia.
Llegamos a estar a 5000m de altura y desde ahí comenzamos a bajar hasta Coroico. El clima y el paisaje que nos fueron rodeando cambiaron drásticamente.
Continua lloviendo, pero ya no hace frió. Estamos en las Yungas bolivianas. Donde el clima es tropical.
Desde la ruta tuvimos que subir unos quinientos metros hasta Coroico. Casi no pudimos pasar a causa de que había que cruzar un rió que venia con un caudal muy alto. La ciudad parece estar haciendo equilibrio en la cima de un cerro. Es muy linda.
Estamos debajo de un toldo esperando que la Niña se calme, para ir a algún hostal.

Ya estamos en un hostal. La lluvia nunca paro. Ya es el tercer bar que recorremos en busca de beber algo (que otra cosa se puede hacer en un día así), pero no conseguimos nada, a pesar de que esa todo abierto, a al gente acá no le importa una mierda vender.
No hay Internet para colmo.
Unos mochileros nos dijeron que hace tres Díaz que están acá, i que siempre llovió. Se quieren matar

por libros

Sospecho que es veintitrés. Juan se fue para Tiwanacu, y el Mati y yo nos quedamos. El descompuesto y yo resfriado.
Dejo de llover, para sorpresa de todos, y salí a dar una vuelta, a comprar libros a una feria que me recomendó el amigo Juan Carlos. Compre varios libros interesantes, pero me interrumpió nuevamente la lluvia, así que estoy nuevamente en el Carretero.
Juan Carlos me dijo que por ahí pasaría por acá, pero con esta lluvia no creo que pase. Una lastiam.

fortaleza y resfrio

Gueno, llegue a la pensión de la plaza hace media hora. Mojado y muerto de frió. Llueve, llueve y llueve…
Vi en la plaza a Evo y a Álvaro García, realmente me tranquiliza mucho ver tal firmeza, tal entereza en el gobierno de la Madre Bolivia. No hay vuelta atrás en este proceso que se esta dando en este país. Este movimiento viene de siglos superando antiguos errores, y aprendiendo a penetrar por los muchos baches que ha dejado la pérfida occidentalizacion del continente amerindio.

Estoy super resfriado en cama. Pero valió la pena estar. Los chicos fueron a ver Boca-Racing.
Espero. No se calienta el agua para el mate salvador…

en la palza

Estamos en la plaza Murillo esperando hace más de tres horas, ya paso la lluvia ahora esta el sol. Aguantamos. Quedamos en primera fila. Hay gente de todos lados Benin, Santa Cruz… Lo más raro es que toda esta gente vino por sus propios medios. Quizás falte acá un poco de peronismo, más ruido. Aunque también es muy loable lograr que la gente llene la plaza sin ningún clientelismo.
Llueve.
¿Ya dije que: “moriré en la paz con aguacero”?
El Carretero esta igualito, nada más que con gente distinta.
Tengo muchas expectativas por lo que pueda pasar mañana. Quiero saber cual es la fuerza de esta revolución que se esta dando en Bolivia. Aunque, por lo ya recorrido y conversado, sospecho la dimensión de este movimiento. Sospecho que la Madre Bolivia esta marcando el camino de muchas revoluciones que s e darán en nuestro continente.
El MAS, con Evo a la cabeza, ha logrado despertar la dignidad y la conciencia del pueblo “indígena”. Esta bestia, hermana de mil demonios, despertó de su letargo enfurecido. ¿Qué será de nuestro continente después de tamaño despertar?

“La revolución india estallara como una ley natural” Fausto Reinaga.

en el Carretero

Estamos nuevamente en El Carretero. Cuando llegamos al igual que la vez anterior llovía mucho, y nos mojamos mucho. No dio para ir a Tiwanacu, porque es difícil para conseguir hospedaje. Ahora también llueve.
Yo mañana quiero ir a la plaza, porque se cumplen dos años de presidencia de Evo Morales, seria imperdonable perderme tal acontecimiento.

en Copacabana, de cumple

Estamos en Copacabana, comiendo en un resto; es el cumple de Juan, así que por ello iremos a tomar unos tragos. El día de hoy fue muy tranquilo, mucha lectura. Y al caer la tarde jugamos un picadito al fútbol con unos chilenos. Bah, acá, a tres mil metros de altura, se juega a otro deporte. Les juro que después del primer pique largo, a lo Clemente Rodríguez, casi caigo desmayado, se me nublo la vista y me vinieron ganas de vomitar, por suerte todo quedo en el casi. Ahora me duele todo el cuerpo, el pecho sobre todo. Me duele respirar. Los chicos también murieron mientras jugaban…
Prometo no insultar más a ningún jugador de fútbol cuando juegue en la altura. Y le pido perdón a quienes insulte, excepto a Marioni, jugo horrible con el Bolívar en la copa… Es un muerto, pecho frió.

El vino Kohlber entra como trompada. Desde Tarija me viene siguiendo. Lo chicos toman birra. En el resto unos pibes argentinos están tocando bosanova… muy buena compañía.
20 de enero 08

domingo, 3 de febrero de 2008

partiendo

Llegue a las nueve al hostal de la zona sur, para armar la mochila y salir enseguida a tomar el barco, que sale a las nueve para Copacabana.
A la cama de dos plaza, de la que tanto alarde, apenas la mire. Pero, les juro que me agrado más dormir en esa cama de cueros de ovejas y de llamas, y en tamaña compañía.
La Pacha (permítanme después de lo que pase tener fe en ella) me mostró este camino que ahora me completa de sobremanera.

Ahora estamos en la lancha, con los chicos, atrás quedo toda esa indescriptible magia de la isla…

uf... el camino

Anoche brinde por ella en el lado norte. Me quede con los chicos.
A eso de las doce y media Salí caminando para el lado sur, no sin antes pedirle permiso a la Pacha ofreciéndole un poco de lo que estaba bebiendo, lo hice a mi manera, desde mi paganizad “civilizada”. La tormenta era mucha tormenta, pero mucha; le pedí que me permita llegar o que me elija un camino.
Mientras caminaba el temor se me hizo carne, pero en cada segundo me acorde de que había pedido permiso y que por eso no iba a pasarme nada que no tenga que pasarme.
Como el camino era de tres horas, comencé el camino con la linterna apagada, para ahorrar pilas, así hice los primeros cuarenta minutos. Creo que ahí fue cuando me perdí… No encontraba el camino. Quise volver, pero también estaba perdido para hacerlo. Desesperado subí a la cima de una montaña para ver si veía alguna luz, con el riesgo de que me parte un rayo ya que la tormenta eléctrica era mucha. Camine mucho sin saber donde estaba, la lluvia en ese primer tramo era escasa.
No dejaba de caminar para descansar porque mi ropa estaba muy mojada y si dejaba de hacerlo me moría de frió. Trate de que el cuerpo siga caliente, por eso no deje de caminar.
Al fin después de mucho buscar y mil rogativas improvisadas a la Pacha, halle un sendero. Conducía a un pequeño pueblito, pero no era el pueblo que yo buscaba ni del que había partido, sino que era Challa. Caminaba, y no podía salir del pueblo, siempre le erraba de camino y volvía a andar el mismo camino una y otra vez. A la cuarta vuelta que di, ya lloviendo mucho, escuche un sonido: “kokoko ko, kokoko ko”. Este se repitió varias veces. Trato de escuchar mas atentamente, cuando de repente veo que se enciende un luz y nuevamente: “kokoko ko, kokoko ko”; hice señas con la linterna, me respondió otro “kokoko ko, kokoko ko”, y fui para el lugar. Eran unos trescientos cincuenta metros en subida. Cuando llegue encontré a un hombre de unos sesenta años; Eusebio, me dijo cuando lo salude. Le pregunte por donde se iba al lado Sur de la Isla, me dijo que estaba a una hora y media, pero a pesar de mis ganas de seguir, mitad hablando en aymara y mitad en español, no me dejo ir de ninguna forma. Que tenía que pasar la noche en su casa y que tenía que seguir a la mañana. No pude negarme a tamaño gesto de hospitalidad. Además ya eran las cuatro de la matina…
Más de cuatro horas estuve caminando perdido en esta isla del lago más alto del mundo…
La conversación con Eusebio era muy difícil, su lengua era el aymara. Me dijo que espere, me señalo un reparito con la mano, fue hacia una habitación que estaba al otro lado del patiecito y busco una llave. Cuando abrió la puerta de esa habitación pude ver en las paredes de esta varios posters de Evo Morales y del MAS, entonces le mostré mi WIPHALA y se puso muy contento al verla. Quizás ese fue el punto de más comprensión entre ambos.
Me llevo a una habitación, en la que había tres catres y me invito a que me acueste. Las camas consistían en un catre con varios cueros de oveja y de llamas que hacían de colchón, y cinco chamales para taparme. Eusebio no se fue hasta estar yo acostado. Yo esperaba que salga para desvestirme, y el no se iba… Que me acueste me decía todo el tiempo señalándome la cama. Al final vencí el pudor y le hice caso. Mientras me iba sacando la ropa super mojada, Eusebio la recogía del piso y la tendía en los respaldos de las camas para que se sequen más rápido. “Sáquese la ropa mojada”. Cuando termine de sacarme la ropa, y me acosté sobre la cama el viejito se apuro a arroparme, y me dijo que descanse que a la mañana me despertaría con té caliente y pan. Cuanta hermandad y cuanto amor tuvo ese hombre para conmigo. No puedo ni siquiera sospecharlo…
Me costo más de una hora dormirme, me costaba creer lo que estaba viviendo. Pensé en como contarlo, en si había una forma de agradecerle tamaño gesto, y si debía irme de esa casa…
A las siete y media me despertó, con la misma hermandad que antes. Me dijo que estaría en la cocina, que me esperaba allá. La cocina era la habitación de donde había sacado la llave a la noche, ahí estaba su chola cocinando y alimentando a unos conejos que tenia. Me sirvió un té de manzanilla y un pedazo de pan casero. Me mostró orgulloso la camiseta de fútbol de la Isla del Sol, donde jugaba su hijo. Conversamos de muchas cosas no siempre entendiéndonos.
Al irme le deje mi wiphala en forma de un eterno agradecimiento. No tenia nada de plata para dejarle… Quedo muy contento. Me acompaño unos 600m para mostrarme el camino y que no me pierda de nuevo.
Me fui prometiéndole volver el año que viene, se alegro por eso, y me dijo que venga con amigos si quería, que su casa estaba disponible para mi.
Me emociono de solo recordarlo.
Ahora entienden por que me enamore de Bolivia.
Sabado 19-01-08

a orillitas...

Estamos con los chicos. Yo me vine bien a la orillita de este tremendo animal que es el lago Titicaca. A la izquierda se va despidiendo el sol sobre las montañas, y a mi derecha comienza seducir la luna. ¡Como se encuentra todo lleno de belleza!
Mientras escribía, mirando la hoja, en los 50cm que separan a mi persona del lago pasaron seis vacas, como si nada, como si fuera una piedra.
Acá están nuestros excompañeros de departamento de Potosí. Habrá fogón esta noche, así que me quedare, i más tarde me iré para el lado sur. Hay un camino que va derecho y no tengo que ir de nuevo hasta las ruinas. Son tres horas caminando.

Según parece no vamos a pasar a Perú. Yo no tengo nada de ganas. No estoy muy preparado para pasar otra frontera. Además seria mucho dinero. Creo que no hay que moverse de la Madre Bolivia.
Creo que ya lo dije, pero lo repito: estoy enamorado de Bolivia. Liliana Felipe esta enamorada de una veterana “de entre 45 y 46, una veterana que es la revolución Cubana”; yo me enamore de una niña de dos años de edad que es la “revolución boliviana”.no me acusen de pervertido, no es una niña cualquiera, es la reencarnación de las realidades y las luchas de los antiguos de estas tierras. De dos años pero de una sabiduría y contundencia educada por los siglos y la tierra, Pacha.
Esta noche brindare a su salud…

encuentro al fin. lado norte

Ahora estoy en el lado norte de la isla, también es hermoso. Es todo playa y los hostales están al nivel del lago, no hay que subir 500m hasta el hostal como en el otro lado. Una lastima no haberlo sabido antes.
Acabo de encontrar a los chicos.
No sé que voy a hacer, ya pague 25 bs en el hostal del otro lado, me espera allá una cama de dos plazas. Estoy a tres horas caminando, quizás me vaya caminan… Hay una luna excelente.

sábado, 2 de febrero de 2008

el lado norte de la isla

Estoy en el otro extremo de la isla, en una palyita hermosa. El agua es transparente, muy fría pero bue me metí igual.
Arriba a unos a unos cincuenta o sesenta metros en la montaña hay unas ruinas precolombinas hermosas. Se ve que nuestros antiguos eran muy brutos y retrasados para elegir un lugar como este…
No se el origen de estas ruinas. Sospecho que son aymará, ya que todos los habitantes de la isla lo son. Una comunidad te cobra un peaje o algo así de diez bolivianos. Estuve conversando con ellos, me contaron que hasta el cincuenta y seis la isla tenía dos patrones y que a ellos los tenían a “chicotazos”; eran esclavos. Con la reforma agraria cambio la cosa pero no tanto, recién ahora ellos son propietarios. Cada familia tiene pequeños lotes donde siembran y tienen su ganado.
Estos armaras diezmados están acá hace siglos.
Alguna de la gente con la que iba se resistió a pagarle tratándolos de ladrones, sentí un poco de vergüenza ajena por ellos. ¡Que les pasa!
Las ruinas son hermosas. No son otra cosa que paisaje. La vida en estos lugares es paisaje. Cada movimiento esta en armonía con él. Ellas están llenas de pequeñas habitaciones, muy laberintoso. Abarcan gran parte de la ladera, parecen descansar sobre ellas.
viernes 18-01-08