lunes, 11 de febrero de 2008

con la gente de la comunidad

Ayer me interrumpieron la escritura los amigos Miguel y Edwin. El segundo paso solo un ratito. Miguel se quedo un rato largo charlando. Es un afro-norteamericano, aunque se confunde con los de la comunidad, habla perfecto el español. Hace cinco años que esta en Bolivia. Salio de mochilero de Nueva York, escapando del ruido y la velocidad hacia México y Centroamérica. No le gusto mucho, se encontró con gente tan ambiciosa como en Norteamérica, según cuenta. Entonces con lo poco que le quedaba de guita tomo un avión hasta Perú y de ahí sobrevivió hasta llagar a la Madre Bolivia.
Fue cuatro años Marine.
Salio para escapar de la “civilización”. Es un licenciado en matemática y, por lo que se ve, ha leído mucha filosofía…
“La gente acá no es tan ambiciosa”. “En Estados Unidos hay solo dos religiones: el Dinero y la Ciencia”.
Ahora esta casado, con dos hijos y labura de albañil, y no tiene acceso ni a la tele ni a internet.
Se lo ve feliz con el camino que Eligio, no se arrepiente. “Pero la gente de acá no me entiende”. Podría estar laburando bien, teniendo dinero y mil comodidades pero esta acá…

Paso un rato, entre “conversa”, y paso a buscarme Edwin para ir a jugar al fútbol con los pibe de la comunidad. Pero cuando llegamos a la cancha a los chabones no les gusto mucho la idea de que yo juegue. Después de todo no soy más que un gringo más para ellos… La pisan mucho, por lo que vi, pero no mas que eso. Juegan rápido, pero sin mayor técnica. Todos muy identificados con Brasil. Tienen camisetas de esta selección o de Ronaldiño…
Quizás por eso no quisieron que juegue, me tenían miedo. Bien hacían, a la primera pisada me llevaba una rodilla para argentina de recuerdo.

No hay comentarios: